INTRODUCCIÓN
La caries dental, definida como una destrucción localizada provocada por la acción bacteriana, aún afecta a gran parte de la población, principalmente niños y adultos jóvenes (ej. sacarosa, almidón) provenientes de la dieta, en algunas situaciones se hace difícil controlarla para no causar daño a la estructura dentaria.1-7 La superficie oclusal corresponde a una región altamente susceptible para la aparición de lesión, donde sus surcos, fosas y fisuras representan un nicho propicio para su desarrollo, haciendo que esta condición clínica se agrave por la dificultad en la limpieza de esta área (Fig. 1).5 Según estas encuestas, la lesión de caries puede comenzar en las fosas y fisuras poco después de la erupción de los dientes, lo que puede, cuando no se previene o trata, conducir a la pérdida de los dientes. elemento a lo largo del tiempo.1,2
Una de las formas de prevención está representada por la obliteración mecánica de los defectos estructurales del esmalte dental, mediante la aplicación adecuada de un sellador resinoso, ionomérico o ionomérico-resinoso de fosas y fisuras, que han demostrado, según varios estudios clínicos longitudinales, una alternativa preventiva excelente, segura, duradera y comprobada para evitar la aparición y progresión de la enfermedad, logrando así un control considerable de la actividad cariogénica en esta región.1-4,6,7,8,9 Así, el objetivo de este trabajo tiene como objetivo presentar un protocolo clínico con evidencia científica de una técnica para la aplicación de un sellador de resina para fosas y fisuras.
PROTOCOLO CLÍNICO
La técnica de sellado comienza con el aislamiento absoluto del campo operatorio (Fig. 2), cuando sea posible; seguido de profilaxis dental con piedra pómez y agua. Debemos enfatizar la necesidad de aplicar la técnica mínimamente invasiva para surcos y fisuras con cambios de color localizados, mediante la aplicación de una broca esférica de carburo de ¼ (KG Sorensen Indústria e Comércio Ltda, Barueri, São Paulo, Brasil) solo en los surcos y fisuras con cambios cromáticos, previo a realizar el sellado oclusal (Figs. 3 y 4).
Luego, después de la profilaxis (Fig. 5), se graba el esmalte dental en toda la superficie oclusal con ácido fosfórico al 37%. (Condac 37, FGM), en forma de gel, bajo vibración, utilizando una sonda exploradora durante 30 segundos (Fig. 6). Después de abundante lavado con agua y secado con chorros de aire (Fig. 7), el material de sellado (Prevent, FGM) debe aplicarse en todos los surcos y fosas con la ayuda de una sonda exploradora, bajo vibración (Fig. 8).
La fotopolimerización se realizará durante 20 segundos, utilizando una fuente de luz halógena o LED de intensidad lumínica adecuada, con potencia superior a 400 mW/cm² (Fig. 9). Cuando sea necesario, el ajuste oclusal debe realizarse, en la máxima interescupidación habitual, con el paciente sentado y con el plano oclusal paralelo al suelo, utilizando una cinta de carbón. Los contactos prematuros, si los hubiere, deben eliminarse con una punta de diamante número 1014 (K.G. Sorensen), montada a alta velocidad, bajo agua y enfriamiento por aire, y luego recibiendo la acción de una punta de goma abrasiva.
DISCUSIÓN
Según estudios clínicos de Sundfeld et al. en 1990;11992;3 1993;4 2001;2 2004;6 2006;7 20078 y 20109, para obtener éxito clínico probado en el sellado de surcos y fisuras con un material de sellado, ya sea resinoso o ionomérico resinoso, debemos realizar inicialmente un examen clínico cuidadoso de la superficie oclusal y radiografías interproximales; ya que los dientes considerados como buena indicación para el sellado de fosas y fisuras, deben presentar superficies proximales clínica/radiográficamente sanas, acompañadas de surcos y fosas consideradas clínica/radiográficamente sanas, es decir, fosas y fosas claras, sin alteraciones cromáticas. Sin embargo, aquellos con pequeños cambios de color localizados,10 como en el presente informe de protocolo clínico, sugieran o no la presencia de una lesión cariosa incipiente, pueden recibir la aplicación del sellador solo después de eliminar estos cambios, utilizando una fresa esférica de ½ carburo. . o ¼ (K.G. SORENSEN), montado a alta velocidad. Cabe señalar que aquellos que muestran lesiones cariosas extensas, que alcanzan todo el surco oclusal y/o el tejido dentinario, y que involucran todas las fosas y fisuras, no están indicados para la técnica de sellado de fosas y fisuras.
Kramer et al., en 199111 y 199712, consideraron que los dientes recién erupcionados son candidatos ideales para realizar selladores de fosas y fisuras. Además, se cree que es discutible el concepto de que los dientes que no han desarrollado una lesión cariosa hasta 2 años después de su erupción están contraindicados para el sellado, ya que en esta condición clínica solo se está considerando el factor de maduración poseruptiva; sin embargo, un individuo no está exento de desarrollar caries de fosa y fisura en el transcurso de los siguientes años, si tenemos en cuenta los factores de higiene bucal, anatomía oclusal, alimentación, además de los factores secundarios y modificadores que condicionan el desarrollo de la enfermedad. Resaltamos que estos factores pueden revertir una condición de salud oral estabilizada, e incluso pueden llevar a un paciente con bajo riesgo de enfermedad de caries a un cuadro clínico de actividad de la enfermedad.13
En aquella ocasión, cabe mencionar que la incorrecta aplicación de los principios que rigen la técnica del sellado ha sido señalada como principal y determinante factor del fracaso de los sellados realizados, destacando además que si se va a realizar, ¡hazlo correctamente, de lo contrario, no lo hagas! 1-4, 6-9
Sundfeld, en 20012, enfatizó que el excelente comportamiento clínico que presentan los sellos oclusales evaluados en su trabajo clínico longitudinal de 11 años de análisis, se basa, principalmente, en la técnica extremadamente precisa a la que fueron sometidos, enfatizando, con vehemencia, que el material se aplicó al esmalte dental acondicionado, bien seco y no contaminado. Este hecho ciertamente colaboró con la retención considerable de los materiales de sellado utilizados, ya que el acondicionamiento del esmalte dental se realizaba en toda la superficie oclusal, evitando así que el sellador se aplicara sobre el esmalte sin grabar, hecho que sin duda , , proporcionaría el proceso de infiltración marginal alrededor del sello. En su momento, también destacó la ausencia de pérdida total del material de sellado y caries alrededor del sellado realizado en este estudio clínico longitudinal 2, independientemente del material de sellado utilizado, ya sea solo resina, con o sin flúor en su composición.
Sin embargo, son convenientes los exámenes radiográficos interproximales periódicos, así como un control enfático de la higiene bucal; así como orientar el consumo inteligente de sacarosa y carbohidratos fermentables para evitar la instalación de la lesión en las superficies proximales. Esto demuestra claramente que la caries dental es una condición multifactorial, donde cada factor tiene su función específica, siendo necesaria la interacción entre ellos para que se inicie el proceso carioso. 1.2
En este contexto, la realización del sellado oclusal, de hecho, constituye un avance considerablemente sustancial en la erradicación de la caries dental, defectos estructurales del esmalte dental, ofreciendo múltiples beneficios, tales como: ausencia de dolor durante su aplicación, buena aceptación clínica, además de siendo considerado con un procedimiento adhesivo conservador.
CONCLUSIÓN
Se concluye que la aplicación de selladores de fosas y fisuras, mediante una técnica adecuada, constituye, sin duda, un recurso eficaz y seguro en la prevención de lesiones de caries en fosas y fisuras.
GALERÍA
Secuencia de laboratorio para la observación de etiquetas de resina en microscopía óptica común con luz polarizada. A – Surcos, fosas y fisuras de un molar extraído; B – Profilaxis con piedra pómez y agua; C – Acondicionamiento con ácido fosfórico 37% (Condac 37, FGM); D – Acondicionamiento total durante 30 segundos; E – Aspecto opaco blanquecino del esmalte después del grabado; F – Aplicación de sellador (Prevent , FGM); G – Aplicar bajo toda la zona de fosas y fisuras; H – Fotopolimerización durante 20 segundos; I – Después de sellar las fisuras, se seccionó el diente en un cortador de alta precisión y se lijaron los cortes para observar la adaptación del sellador y las etiquetas de resina en microscopía óptica común con luz polarizada.
Desgaste del corte del diente posterior sellado con Pit and Fissure Sealant Prevent (FGM).
Secuencia observando la adaptación de la sellador Prevent (FGM) en el surco y las extensiones resinosas (tags) responsables de la unión mecánica del sellador de fosas y fisuras al esmalte dental. (E) esmalte (D) dentina (S) Sello de prevención de fosas y fisuras (FGM) y etiquetas (T). Fotos (a) con un aumento de 25x, (b) con un aumento de 50x y (c) después de la descalcificación del esmalte con un aumento de 100x.
Luego de observar la adaptación del sellador, se descalcificó el diente para observar las extensiones resinosas formadas por el Sellador Prevent (FGM) en el esmalte. (T) – extensiones resinosas (etiquetas) responsables de la unión mecánica del sellador de fosas y fisuras al esmalte dental.
REFERENCIAS
- Sundfeld, R.H. Análise microscópica da penetração ―in vivo‖ de selantes de fóssulas e fissuras; efeitos de tratamentos superficiais e materiais. Araraquara, 1990. 1 46p. Tese (Doutorado) — Faculdade de Odontologia de Araçatuba, Universidade Estadual Paulista.
- Sundfeld, R.H. A eficiência da aplicação de selantes na prevenção das lesões de fóssulas e fissuras: análise clínico-fotográfica e clínico-computadorizada. Araçatuba, 2001. 277p. (Tese Livre Docência) — Faculdade de Odontologia de Araçatuba, Universidade Estadual Paulista.
- Sundfeld RH, Mauro SJ, Komatsu J, Rahal S. Retenção dos selantes: avaliação clínica fotográfica: 18 meses de análise. RGO, v.40, n.6, p.424-6, 1992.
- Sundfeld RH, Mauro SJ, Komatsu J, Rahal S. Análise clínica fotográfica da retenção de selantes de fóssulas e fissuras: 36 meses de análise. Âmbito Odontol, v.3, n.14, p.334-9, 1993.
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