Si te preguntaran cuál fue la mayor invención del siglo XX, es posible que recuerdes el automóvil, la computadora o el teléfono. Pero para los estadounidenses, un pueblo obsesionado con dientes relucientes y aliento fresco, el cepillo de dientes es la mayor invención de esa época.
Esta es la conclusión principal de una investigación publicada por el Índice de Invenciones Lemelson-MIT, del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT). En el momento de la investigación, los entrevistadores realizaron la siguiente pregunta a los encuestados: ¿Cuáles son las cinco invenciones esenciales para la vida de los estadounidenses? El cepillo de dientes ocupó un primer lugar indiscutible, superando al automóvil, la computadora, el teléfono y el microondas, respectivamente.
Los investigadores del Lemelson-MIT entrevistaron a varias personas en todas las partes de los Estados Unidos. La investigación de la institución, que se realiza desde hace varios años, incluyó a mil adultos y 400 adolescentes. En total, el 54% de los adolescentes y el 60% de los adultos dijeron creer que una cura para el cáncer sería el mayor “nuevo” descubrimiento de la humanidad. El hecho es que, según los investigadores, el cepillo de dientes recibió la mayor cantidad de votos, ya que “las grandes invenciones no necesariamente tienen que ser complejas”.
El primer cepillo de dientes registrado oficialmente fue fabricado en 1498 por un emperador chino, quien utilizó cerdas hechas de pelos de cerdo. Antes de eso, se encontraron restos de ramas masticadas en las tumbas egipcias que se asemejaban a cepillos de dientes. En el siglo XVII, este objeto se volvió popular en Europa. En un corto período de tiempo, la gente empezó a interesarse por esta novedad. Debido a su alto costo, las familias pobres se veían obligadas a compartir un mismo cepillo entre sus miembros. Fue recién a partir de 1938 que surgieron los cepillos dentales con cerdas de nylon, lo que difundió el uso de este producto en todo el mundo.
Esto contribuyó a la popularización y reducción del costo de este recurso. Esta innovación impulsó el consumo de los cepillos de dientes, que comenzaron a ser adoptados por una gran parte de la población mundial. En la actualidad, además de las cerdas de nylon, se encuentran disponibles otros materiales de excelente calidad en numerosas versiones, con diseños y propósitos variados, para abordar la higiene bucal de manera integral.
Con el aumento del poder adquisitivo y el interés de la población en invertir en la mejor preservación de la salud y la estética bucal, surgieron diversos modelos de cepillos dentales que atienden a las numerosas recomendaciones de los profesionales de odontología.
Una de las mayores ventajas de las propuestas modernas de higiene bucal es la preocupación tanto por el cepillado de las áreas libres de los dientes (las superficies hacia la mejilla, la lengua y el paladar), como por los espacios entre los dientes. Esto estimuló la producción de una amplia literatura científica de respaldo que respalda el uso de cepillos interdentales como una alternativa ventajosa al hilo dental o como complemento de este último para una mejor higiene entre los dientes.
Existen numerosos tipos de cepillos interdentales, con calibres variados, que pueden satisfacer las necesidades de higiene de los espacios entre los dientes de la gran mayoría de las personas, sin distinciones ni recomendaciones adicionales, más allá de asegurarse de utilizar el calibre adecuado de cepillo para la higiene de los espacios interdentales de cada paciente.
Otra ventaja de los cepillos interdentales se refiere a su mayor durabilidad y la posibilidad de aplicar pasta dental en su estructura. Esto permite que este valioso complemento de la higiene pueda alcanzar una región que previamente se pasaba por alto, como los espacios entre los dientes.
Además de los cepillos de dientes, también existen aquellos diseñados para la higiene de los implantes y diversos tipos de limpiadores linguales, adecuados para la higiene de esta superficie propensa a la acumulación de biofilm bucal y restos de alimentos (también conocidos como saburra lingual en estas circunstancias).
El hecho es que el cepillo de dientes sigue siendo una invención dinámica, en constante estado de renovación y adaptación a las nuevas realidades tecnológicas y científicas de la odontología. Esto respalda y continuará respaldando las recomendaciones de nuestros colegas dentistas y la rutina de higiene bucal de nuestros pacientes.
Fuente: Odontomagazine