Muchos problemas orales pueden ser causados por el estrés diario. El estrés puede causarle síntomas físicos como dolor de cabeza y dolor abdominal o simplemente dejarlo “al límite” de su paciencia. Sin embargo, el estrés también puede causar estragos en la boca, los dientes, las encías y la salud en general. Los principales efectos secundarios del estrés y la ansiedad que afectan a tu salud bucal son:
- Llagas en la boca, incluidas las aftas y el herpes
- Apretar y rechinar los dientes (bruxismo)
- Mala higiene bucal y hábitos alimenticios nocivos
- Enfermedad periodontal o empeoramiento de la enfermedad periodontal existente
Aprende ahora cómo prevenir problemas de salud oral.
Úlceras de boca
Las aftas bucales, pequeñas ulceraciones blanquecinas con bordes rojizos, aparecen en la boca en la cantidad de una o dos, oa veces incluso más. Aunque los expertos aún no saben qué causa las aftas bucales (podría ser una baja inmunidad, bacterias o virus), creen que el estrés emocional puede contribuir a la aparición de aftas bucales. Las aftas no son contagiosas.
La mayoría de las aftas bucales desaparecen en 7 a 10 días. Para aliviar la irritación, use anestésicos tópicos de venta libre. Para disminuir la irritación, evite comer alimentos muy picantes, calientes o ácidos, como tomates y frutas cítricas.
El herpes simple orolabial es causado por el virus HSV 1 y es contagioso. Las lesiones se caracterizan por vesículas y ampollas que aparecen en los labios, pero también pueden aparecer alrededor de la cavidad bucal.
El estrés emocional puede desencadenar la aparición de herpes. La enfermedad también puede desencadenarse por fiebre, radiación ultravioleta, abrasiones en la piel, menstruación, uso prolongado de antibióticos y baja inmunidad.
Al igual que las aftas, el herpes generalmente desaparece en una semana más o menos. Existe un tratamiento, que consiste en medicamentos antivirales, con o sin necesidad de receta médica. Pregúntele a su médico o dentista cuál es la mejor opción para usted. Es importante que comience el tratamiento tan pronto como aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad, como aumento de la sensibilidad, “ardor” y picazón en la región de los labios.
Bruxismo
El bruxismo es una de las consecuencias más comunes del estrés en la salud bucodental. Este es un hábito involuntario de rechinar o apretar los dientes, lo que puede causar dolores de cabeza, dolor de mandíbula e incluso desgaste de los dientes. El bruxismo también puede provocar otros problemas, como el trastorno temporomandibular (TTM).
Periodontitis
Además del bruxismo, el estrés también puede aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades periodontales como la periodontitis. Esto se debe a que el estrés puede comprometer el sistema inmunológico, haciendo que el cuerpo sea más susceptible a las infecciones bacterianas en la boca. La periodontitis es una inflamación crónica de las encías y los tejidos de soporte de los dientes, que puede provocar la pérdida de dientes si no se trata adecuadamente.
Caries Dental y Mal Aliento
Otros problemas bucales que pueden empeorar con el estrés son las caries y el mal aliento. Esto se debe a que el estrés puede provocar cambios en los hábitos alimenticios y la higiene bucal, lo que puede fomentar el crecimiento de bacterias dañinas en la boca.
Para evitar problemas causados por el estrés en la salud bucal, es importante tomar medidas para reducir los niveles de estrés, como practicar actividad física, meditación, técnicas de respiración o buscar ayuda de profesionales especializados. Además, también es fundamental mantener una buena higiene bucal, cepillarse los dientes y usar hilo dental diariamente, y visitar regularmente al dentista para los controles de rutina.
En resumen, el estrés puede tener un impacto significativo en la salud bucal, aumentando el riesgo de desarrollar una serie de problemas como el bruxismo, la periodontitis, las caries y el mal aliento. Por ello, es importante tomar medidas para reducir el estrés y cuidar bien la salud bucodental.